El Castillo de las Estrellas

Hoy les presentamos un precioso cómic: El Castillo de las Estrellas. 1869: La conquista del espacio. Esta novela gráfica, en su edición española, está publicada en dos volúmenes, por Norma Editorial (el primero en 2015 y el segundo en 2016). El dibujo y el guión son de Alex Alice. Si no conocen a este creador francés, les recomiendo encarecidamente que busquen y lean cualquier obra suya. Yo empecé por su serie de Siegfried, una adaptación libre de una de las óperas de Wagner (magnífica). Pero centrémonos.

Este es un cómic para “todos los públicos” (como se decía antes, de 7 a 77 años). Nos presenta la historia de unos aventureros científicos del siglo XIX en busca del éter. Es la época de las grandes exploraciones y la fe en la ciencia, pero también del romanticismo y de personajes visionarios.

Empezamos en Francia. Los padres del joven Séraphin son científicos. La madre, Claire Dulac, desaparece a bordo de un globo aerostático a 12.900 metros de altitud buscando el éter. Su diario de a bordo cae a tierra. Un año después, su marido el ingeniero y profesor Archibald Dulac y su hijo reciben una carta de quien ha encontrado el diario invitándolos a ir a Baviera, a la “Roca del Cisne”. Estamos en 1869, justo antes de la guerra franco-prusiana. Los personajes escaparán de ciertos peligros y acabarán en el castillo del rey Ludwig II, soberano de Baviera, un visionario romántico.

Séraphin se hará amigo de dos jóvenes sirvientes del rey, Hans y Sophie, y los tres chicos se constituirán en secreto como “los caballeros del éter”. Allí, todos juntos se embarcarán en la aventura de construir una “eternave” que les permita alcanzar el espacio y acceder a otros mundos.

Estamos ante una historia excepcional, que se inspira en Julio Verne y lo maravilloso científico junto con el romanticismo alemán. Una aventura en sentido pleno de la palabra, que entronca con los mitos europeos (Arturo y los caballeros de la Mesa Redonda, la búsqueda del Grial) y los sueños de futuro y conquista del espacio. Además, tenemos unos personajes entrañables: el enigmático y desencantado monarca, el joven y soñador Séraphin, que nunca pierde la fe, la testadura Sophie, fiel a su rey y una aventurera nata con sed de conocer el mundo…

Y si la historia es entretenida, llena de acción en medio de curiosos entresijos históricos, el dibujo es espectacular. Alex Alice es un gran dibujante. En este caso, además del gran diseño de las viñetas y los juegos de perspectivas, la expresividad de los personajes y su línea limpia, nos encontramos con unos colores delicados y luminosos, en los que predomina una preciosa gama de azules llenos de luz. A juego con el espíritu de búsqueda del infinito que conforma uno de los motivos de la obra.

¡Qué más decir! Para recrearse estas Navidades con una amena e inspiradora lectura.